Inserta en una trama urbana consolidada, esta vivienda busca pasar desapercibida, pero con una personalidad muy definida. Destaca la fachada de un blanco impoluto que contrasta con los patios abiertos a fachada de ladrillo visto, como si fuera una herida que nos deja ver un interior que permanecía hasta ahora oculto. Y es que el interior no es menos sorprendente, destacando el amplio salón a doble altura con una gran vidriera que funciona a la perfección como mecanismo bioclimático.